Una de las películas que el Festival de Cine Alemán presenta en su programación de este año es Susurros tras la pared, un film hecho especialmente para la TV y parece homenajear casi en cada minuto a Hitchcock.
El argumento gira alrededor de un universitario al que le cuesta asentarse en la ciudad y consigue, casi de casualidad, mudarse a un departamento cuyo habitante anterior abandonó repentinamente, y que le pertenece a una hermosa y misteriosa mujer, a la que él puede espiar desde su ventana.
Sí, la historia rememora inmediatamente a La Ventana Indiscreta, pero además hay reminiscencias de Vértigo (en la figura de la mujer, que es rubia pero a veces aparece con una peluca negra) y Psicosis (una madre que no está físicamente pero parece dominar a su hijo –su presencia es más bien telefónica-, y un agujero en la pared que ayuda a espiar, en este caso más a nivel sonoro que visual).
Thriller, terror y erotismo se conjugan, por momentos de manera más eficaz que otros. Es en Simone, esta mujer misteriosa, una total femme fatale, que recae gran parte de su atractivo.
Susurros tras la pared es el primer largometraje de Grzegorz Muskala y pone en foco a un director que sabe moverse entre diferentes climas, y sabe especialmente generar tensión lo que no le impide jugar con un poco de humor negro en ciertos momentos.
A grandes rasgos, es una película de personajes que nunca terminamos de conocer, ambiguos, y que esconden o pueden esconder un costado más oscuro. Interesante, quizás floja en algunos aspectos de guión, pero sin duda disfrutable para el amante de este tipo de películas.
Visión del Cine 